Este es un espacio que he guardado exclusivamente para hablar sobre lo que me gusta,sobre lo que siento y pienso.Creo que no faltarán temas.Hablar de las cosas diarias y comunes, de las cosas que nos suceden a todos, de nuestras propias experiencias y de las de los demás.Espero llegar a sus corazones, que se identifiquen con los temas y que participen con sus opiniones..

sábado, 24 de abril de 2010

Desechando lo Desechable


Rectificando : Me caí del mundo y no sé por donde se entra

Verdadero Autor : Marciano Durán


Seguro que el destino se ha confabulado para complicarme la vida.

No consigo acomodar el cuerpo a los nuevos tiempos.

O por decirlo mejor: no consigo acomodar el cuerpo al “use y tire” ni al “compre y compre” ni al “desechable”.

Ya sé, tendría que ir a terapia o pedirle a algún siquiatra que me medicara.

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los gurises.

Los colgábamos en la cuerda junto a los chiripás; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.

Y ellos… nuestros nenes… apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales).

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Sí, ya sé… a nuestra generación siempre le costó tirar.

¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables!


Y así anduvimos por las calles uruguayas guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor.

Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.

Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.

Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plast de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de alpaca en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida.

¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!

La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza.

Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están jodiendo!

¡¡Yo los descubrí… lo hacen adrede!!

Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo.

Nada se repara.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?

¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommier casa por casa?

¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?

¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se deshecha y mientras tanto producimos más y más basura.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.

El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!

¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 50 años!

Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)

No existía el plástico ni el nylon.

La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan.

Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo.

Y no es que haya sido mejor.

Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el “guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo” pasarse al “compre y tire que ya se viene el modelo nuevo”.

Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.

Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya sí era un nombre como para cambiarlo)

Me educaron para guardar todo.

¡Toooodo!

Lo que servía y lo que no.

Porque algún día las cosas podían volver a servir.

Le dábamos crédito a todo.

Sí… ya sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no.

Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas de jardinera… y no sé cómo no guardamos la primera caquita.

¡¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?!

¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones.

El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.

Y guardábamos.

¡¡Cómo guardábamos!!

¡¡Tooooodo lo guardábamos!!

¡Guardábamos las chapitas de los refrescos!

¡¿Cómo para qué?!

Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares.

Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.

¡Tooodo guardábamos!

Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.

Y las cosas que nunca usaríamos.

Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón.

Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar.

Cañitos de plástico sin la tinta, cañitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.

Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraran al terminar su ciclo, los uruguayos inventábamos la recarga de los encendedores descartables.

Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de paté o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.

¡Y las pilas!

Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa.

Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más.

No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables… eran guardables.

¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al cuadril!

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque del Banco de Seguros para hacer cuadros, y los cuentagotas de los remedios por si algún remedio no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.

Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posamates, y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de cartas se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía “éste es un 4 de bastos”.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal.

Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos.

Así como hoy las nuevas generaciones deciden “matarlos” apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada… ni a Walt Disney.

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron “Tómese el helado y después tire la copita”, nosotros dijimos que sí, pero… ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.

Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos.

Las primeras botellas de plástico -las de suero y las de Agua Jane- se transformaron en adornos de dudosa belleza.

Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.

No lo voy a hacer.

Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.

Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.

No lo voy a hacer.

No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.

De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.

Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo que la bruja me gane de mano … y sea yo el entregado.

Y yo…no me entrego.

Marciano Durán


jueves, 22 de abril de 2010

Arrepentirse?


Hace poco escuche a una amiga muy querida, decir que se arrepentía de muchas cosas que había hecho en su vida y me dejó pensando... Arrepentirse? Yo pienso que la vida nos pone en situaciones que sabemos enfrentar o no.. si lo hacemos bién, que bueno pero si lo hacemos mal.. eso nos sirve, nos hace mejores seres humanos, mas fuertes, mas sabios,porque conocemos lo amargo de la vida y esa experiencia, nos hace valorar mas lo que tenemos. Lo que estaría mal, es reincidir en el error, en que la experiencia no te haya dejado ninguna enseñanza y que cada día una ventana se puede abrir y recibir el aire fresco de la mañana... saboreando cada momento de esa nueva vida sin o con pocos errores, porque ya la vida nos enseñó el lado amargo, entonces todos los momentos de paz y plenitud de conciencia tienen el sabor maravilloso de la rectificación.

Además quién no ha tenido momentos locos en su vida? Creo que todos en algún momento hemos hecho locuras, eso es lo que nos dá el color a nuestra vida. Ahóra hacer de nuestra vida una locura, ya son palabras mayores.

No te arrepientas de nada .. eso te ha hecho la persona maravillosa que eres hoy...

lunes, 19 de abril de 2010

Aprendiendo a ser feliz




¿Por qué algunas personas son felices con cualquier cosa y otras no pueden serlo, a pesar de tenerlo todo?

Es cierto, que existen personas que nacen con una predisposición a la felicidad.
Sin embargo, durante la vida aprendemos a ser felices o a ser infelices.

Cuando somos pequeños, no nos damos cuenta de ese aprendizaje.
Aprendemos a ser felices o infelices, no sólo a partir de las experiencias que vivimos, sino de la forma en que los adultos nos enseñan a vivirlas y a vivir cualquier tipo de problemas.

Si nuestros padres o uno de ellos, viven quejándose, fijándose sólo en el aspecto negativo de las cosas, sintiéndose derrotados o agobiados ante los problemas y dificultades, etc., probablemente nosotros actuemos de la misma manera.

http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/aprender-felicidad.html
Si por el contrario, ellos son personas positivas que siempre ven el lado "bueno" de todo lo que les sucede, resuelven los problemas con entusiasmo, confiando en obtener éxito, disfrutan de la vida, ríen con frecuencia, son personas activas, etc., no importa cual es nuestra carga genética, si aprendimos de ellos, seremos felices.

¿Esto quiere decir que si actualmente somos infelices, así tenemos que seguir siendo siempre?
No.
Quiere decir, que así como aprendimos una actitud, podemos aprender una diferente, que sustituya aquella que nos hace sufrir.

No podemos evitar el sufrimiento, que es parte de la vida.
Pero podemos enfrentarlo con una actitud adecuada y superarlo o podemos vivirlo con una actitud inadecuada y aumentarlo.

Ser feliz no significa vivir en la carcajada en todo momento.
Eso es imposible.

Ser feliz es un estado de bienestar general, basado en sentimientos de paz y armonía internas, autoestima y satisfacción personal, en el que los momentos positivos superan a los negativos y los logros predominan sobre los fracasos y en el que nuestra vida tiene un sentido y un significado.

Esto depende de nosotros y si no lo tenemos, trabajando adecuadamente, lo podemos obtener.

Cuando...



Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal - como a veces sucede - NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES.

Hay manos que sostienen las tuyas !

Cree y Siente en cada minuto de tu vida, deja que tu alma ' vuele libre ' por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no puede alcanzar , pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! INTENTA !

Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.

No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra , ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien , de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.

Las personas se van , los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente...

No te quedes en el medio del camino porque allá, adelante...
algo te espera !!

Me caí del mundo y no sé por donde se entra....


Este post que les copio es del blog Cosas de la Vida
http://cosasdelavidapuntocom.blogspot.com/, me gusta tanto que he querido compartirlo con ustedes en este sitio, que lo siento muy mío.


( Para mayores de 30 )

Eduardo Galeano, periodista y escritor Uruguayo

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco...

No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.

Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó, botar? ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.

¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables!

¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!

¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!

¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.

¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)

No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.

Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.

Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes . ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.

Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'mujer' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'mujer' me gane de mano y sea yo el entregado.

Eduardo Galeano

La importancia de la Serenidad


Ver la vida de una forma positiva......

MIRA en tu jardín las rosas entreabiertas, y nunca los pétalos caídos

OBSERVA en tu camino la distancia vencida y nunca lo que falte todavía…

GUARDA de tu mirar los brillos de alegría y nunca las nieblas de tristezas…

RETÉN de tu voz carcajadas y canciones y nunca los gemidos dolorosos…

CONSERVA en tus oídos las palabras de amor y nunca las de odio…

GRABA en tus pupilas el nacer de las auroras y nunca tus ponientes lastimosos…

CONSERVA en tu rostro las líneas de las sonrisas y nunca los surcos de tu llanto…

CUENTA a los hombres el azul de tus primaveras y nunca las tempestades del verano…

GUARDA en tus mejillas solo las caricias disfrutadas, olvida las bofetadas recibidas…

CONSERVA de tus pies los pasos rectos y puros, olvida los caminos equivocados…

RECUERDA con placer tus escaladas, olvida las desilusiones del descenso…

RECUERDA los días en que fuiste agua limpia, olvida las horas en que te sentiste
pantano…
CUENTA y muestra las medallas de tus victorias, olvida las cicatrices de las derrotas…

MIRA de frente el Sol que existe en tu vida, ignora la sombra que queda atrás…

La flor que se abre es más importante que mil pétalos caídos; Y solo un mirar de amor puede llevar consigo calor para entibiar muchos inviernos…

SÉ OPTIMISTA, y no te olvides que…
En la profundidad de las noches sin luna es donde brillan mucho más las estrellas!

Que tu vida sea un jardín florido !!!

A mis hijas




Quisiera estar seguro de haberte enseñado...

A disfrutar del amor,
a confiar en tu fuerza,
a enfrentar tus miedos,
a entusiasmarte con la vida,
a pedir ayuda cuando la necesites,
a permitir que te consuelen cuando sufres,
a tomar tus propias decisiones,
a hacer valer tus elecciones,
a ser amigo de ti mismo,
a no tenerle miedo al ridículo,
a darte cuenta que merecés ser querido,
a hablar a los demás amorosamente,
a decir o callar según tu conveniencia,
a quedarte con el beneficio de tus éxitos,
a amar y a cuidar el pequeño niño que hay en ti,
a superar la adicción de la aprobación de los demás,
a no absorber las responsabilidades de todos,
a ser consciente de tus sentimiento y actuar en consecuencia,
a no perseguir el aplauso sino tu satisfacción con lo hecho,
a dar porque quieres, nunca porque creas que es tu obligación,
a exigir que se te pague adecuadamente por tu trabajo,
a aceptar tus limitaciones y tu vulnerabilidad sin enojo,
a no imponer tu criterio ni permitir que te impongan el de otro,
a decir que sí, sólo cuando quieras y decir que no sin culpa,
a vivir en el presente, a tomar más riesgos,
a aceptar el cambio y revisar tus creencias,
a trabajar para sanar tus heridas viejas y actuales,
a tratar y exigir ser tratado con respeto,
a llenar primero tu copa y, después, la de los demás,
a planear para el futuro pero no vivir en él,
a valorar tu intuición,
a celebrar las diferencias entre los sexos,
a desarrollar relaciones sanas y de apoyo mutuo,
a hacer de la comprensión y el perdón tus prioridades,
a aceptarte así como eres,
a crecer aprendiendo de los desencuentros y de los fracasos,
a permitirte reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón,
a no idolatrar a nadie, y a mí, menos que a nadie'

Despues del Dolor


La felicidad muchas veces esta ligada a la adversidad. Generalmente la época de prueba constituye el mejor estímulo y la mejor disciplina del carácter. Suscita con frecuencia ciertas fuerzas de actividad, actitud que, si no fuera por las circunstancias dolorosas, permanecerían dormidas. Se han realizado estudios científicos sobre el crecimiento postraumático y se llegado a la conclusión de que lo que no te mata te hace más fuerte. El psicólogo Rich Tedeschi de la Universidad de Carolina del Norte, EE. UU, estudió a personas que sufrieron enfermedades graves, fueron víctimas de violencia, estuvieron en la guerra y advirtió que inmediatamente después de la experiencia traumática estas personas mostraron síntomas de ansiedad, insomnio e irritabilidad, en síntesis, se sintieron muy mal, pero a medida que transcurrió el tiempo, las personas no solo se recuperaron sino que se hicieron más fuertes. Y muchos dijeron que la experiencia traumática con la cual tuvieron que lidiar los ayudó a ser mucho más felices. Otro psicólogo de la Universidad de Georgia, EE. UU, W. Keith Campbell, denomina Ego SOC a este fenómeno del crecimiento postraumático. Este investigador dice que luego de una experiencia traumática, los mecanismos normales de protección psicológica se bloquean: el tiempo se detiene, nuestra percepción de la realidad cambia, los colores parecen mucho más vivos y los objetos cotidianos adquieren una súbita belleza. Podemos decir que la adversidad la creado a los genios de la humanidad. El ser humano, luego de una experiencia de dolor, puede bajar los brazos por un tiempo, pero cuando se recupera renueva sus esfuerzos hasta alcanzar el triunfo. Parece que el genio, en ciertas circunstancias semejante al hierro derrotado por el pedernal, necesitara el golpe violento y agudo de la adversidad para hacer brotar la chispa divina.

La luz al final del tunel....

Soy fuerte...




Dicen que las penas y las frustraciones, te hacen fuerte.. por eso este post lo he titulado así.

Nada de lo que pueda decir es nuevo, todos hemos pasado por momentos dolorosos en la vida, pero no quiero ser injusta, también he tenido momentos maravillosos que me hacen amar la vida, y agradecer por todo lo que se me dió. Tengo amores muy grandes a mi alrededor, mi vida es amor ... pero eso lo comprendemos tarde, por lo menos a mí me paso, que por pensar en "mañana" no disfrute el presente en todos sus aspectos, en la lagrima de una hija, en sus primeros pasos, en sus primeros balbuceos.. todo se me pasó de largo, aunque siempre las adoré y fuí una buena madre. Me gustaría regresar el tiempo y disfrutar detalle a detalle cada momento, haber anotado todo en una libreta, hubiera puesto cada sentimiento que mi inspiraba, cada sensación, pero estaba muy ocupada en planificar el futuro. Por eso si me estas leyendo, deja todo lo que estas haciendo y disfruta del llanto o de la risa de tus hijos, de tus hermanos, de tu madre, de toda la gente que amas, porque no se volverán a repetir, porque el presente son milésimas de segundos, despues todo es "pasado".

No te preocupes si surgen obstaculos en tu camino, porque aunque paresca trillado es cierto que te hacen más fuerte, casi sin darte cuenta te haces mayor y sientes cierta satisfacción de la experiencia que te dejo la vida. Ahora puedes mirarla de frente y sin miedo... cómo sentir miedo de algo que ya venciste....!! ganaste !! le ganaste a la vida. Ahora eres el soporte, de tus hijos , de tu madre porque creciste, te hiciste grande y fuerte. Tu eres la que ya no lloras, la que no desmaya, la que consuela .... eso es lo que conseguiste de la vida... ganar.

Con coraje y sin titubear enfréntala, porque ya pagaste el precio... ahora nada te detiene... pero no te olvides del beso, del "te quiero" porque si no lo dices ahóra, como ya te dije se te pasa la vida.

Soy fuerte porque, vivi mucho, conocí el desaliento, conocí el amor, conocí la traición y también la fidelidad, porque tuve buenos amigos, porque la vida fué generosa conmigo, porque la vida fué dura conmigo, porque conocí la necesidad, porque conocí la abundancia, porque tuve fé... eso sí fué lo que nunca me faltó ..la fé en mi misma, en la vida, en Dios. Si te puedo dar un consejo a tí, que me estas leyendo.. es ése , nunca pierdas la fé y la esperanza. Son tus amigas, tus aliadas y tus cómplices.

Y por último, que debería ser lo primero, no te olvides de tí misma.

Somos fuertes las mujeres .... tenemos al mundo en las manos.

Reir o Llorar


Los especialistas señalan que, por sus resultados, tres minutos de reír a carcajadas equivalen a 20 minutos de ejercicio en bicicleta o a 45 minutos de relajación.
"Se considera que los niños pueden reír más de 400 veces por día, mientras que los adultos apenas lo hacemos alrededor de 15, o menos".

"Gracias a la risa se liberan sustancias bioquímicas benéficas para el organismo que contribuyen a una mayor calidad de vida. Con esa disciplina, de seguro que muchos de nuestros problemas no se resolverán, pero podremos enfrentarlos de diferente manera"




Es que hay veces en que es difícil reir no? ...es mas fácil llorar, tenemos eso en los genes, lloramos con facilidad, como si llorar remediara algo, pero aunque no lo creas también es bueno. Las lagrimas "lavan" el corazón.. dejas que salga el nudo que te apreta la garganta y es como si limpiaras tu alma. Así que si tienes ganas de llorar...llora, pero con toda tu fuerza ...deja salir lo que te duele, lo que te hace pesado el vivir... llorar, te libera.



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Fuerza


La fuerza creadora de la mujer: he allí el secreto. Pariendo vida, fuerza.
Sosteniendo en sus brazos la vida nueva y sosteniendo sus vida misma: fuerza.

Velando por sus mayores, cuando la vida declina: fuerza.

Secando sus lágrimas y sonriendo, a pesar de la vida misma .

Fuerza ... de eso esta hecha la mujer.

Como amar...


Cuando se habla sobre el amor, casi siempre lo relacionamos con el amor de pareja, pero la palabra "amor" abarca tantas cosas, que no es fácil definirla, porque es el sentimiento que la palabra le queda corta. En la vida de una persona, lo que la mueve es el amor... el amor a uno mismo, el amor a los padres, el amor alos hijos, el amor a la profesión, el amor a los demás, el amor a la pareja, el amor a Dios... en fín, el amor mueve al mundo.
Pero iremos tratando este tema por partes y como es el amor de pareja el más inquietante, hablaremos primero de él.

Es un arte el amor?

En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte?

Todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.

Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para "ganar amigos e influir sobre la gente".

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un "amor romántico", a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.

Hay un error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de "permanecer" enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor.

Duele amar a alguien y no ser correspondido. Pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes.

Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo...

Una de las cosas mas tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo, y sólo para darte cuenta que al final no era para ti y lo tienes que dejar ir.

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.

Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te amará, pero no esperes que te amen, sólo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo.

Hay cosas que te encantaría oír y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que las dijera.

Pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.

Nunca digas adiós si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando, nunca le digas a una persona que no la amas si no puedes dejarla ir.

El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado, a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado, a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.

El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de adaptar a nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.

No dejes que alguién te arruine la vida


Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá.

Nada está escrito, nada es imposible, ni siquiera posible... todo depende de nuestra voluntad, de esas fuerzas que nos salen de adentro, decir de adentro es decir que puedo afrontar cada desafío.

Tenemos el poder cuando estamos convencidos, cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo.

No hay obstáculo capaz de imponerse, si queremos podemos llegar más lejos, si queremos podemos llegar más alto, si queremos podemos hacer lo que sea... "sólo hay que proponérselo"...

La vida es algo hermoso, siempre y cuando la hagas a tu manera, sin dejar que nada ni nadie opine por ti, que se meta en tus asuntos queriendo arreglarlos.

Nunca dejes que nadie te arruine la vida.

La vida es una sola, vívela paso a paso y no dejes de hacer nada, probablemente te arrepientas y cuando te des cuenta será demasiado tarde.

Tampoco dejes de vivir los sueños y las ilusiones, sin ellos , la vida no tiene sentido.

Trata de ir siempre de frente, sin vueltas...

No confíes en toda la gente que te rodea, a veces piensas que es la mejor persona del mundo, y en realidad es un verdadero enemigo.

Anda siempre con la verdad, por más dolorosa que sea, de todas formas vale mucho más que una mentira.

Si algún día te sientes solo, y tienes ganas de llorar, hazlo, muchas veces ayuda a que te desahogues.

Ante cualquier problema; no huyas por miedo a enfrentarlo, y nunca olvides esto:

LUCHA COMO SI FUERAS A VIVIR SIEMPRE
Y VIVE COMO SI FUERAS A MORIR MAÑANA!

Mi atracción por el mar





Mi atracción por el mar... no hay nada para mi , que me inspire tanta paz que mirar el mar. Su inmensidad que pareciera no tener fin, una puesta de sol, la espuma que baña mis pies como una caricia y despues se aleja como un amante que juega a acariciarte y depues se va, dejandote con deseos de mas sensaciones. Alejarse del ruido del tránsito , del ruido urbano para cambiarlo por el ruido de las olas ..sentarte desde una terraza y mirar al infinito, quizas degustando algunos de sus frutos ...una copa de vino blanco y mi compañero de toda la vida. Para que quiero mas ?

Pero si quiero mas.. unos de mis sueños, el mas ansiado es tener una casita frente al mar, en un lugar tranquilo ..donde abra las ventanas y me golpee el olor a mar. Sentarme en la noche a mirar la luna y sentir la brisa dandome en la cara, haciendo volar mi cabello y respirar ese aire incomparable.
Lo tengo tan claro en mi mente, que pienso que se va a realizar, cuando pueda desligarme de este presente que me ata, que no me deja cumplir mi sueño (por ahora), lo haré algun día ..lo haré. Huiré de todo y de todos y me iré a sentar frente al mar. Mi deseo no es apartarme de nadie, quiero que todos mis amores esten siempre conmigo, pero cuando el día termine poder sentarme a mirarlo. Siento que el mar tiene el poder de limpiar todo lo negativo de mi mente. Cuando me puedo escapar lo hago y regreso al ruido horrible dela ciudad, relajada y renovada. Pero no lo quiero por ratos, o por días ...lo quiero para siempre... mi pasión por el mar es para toda la vida.

Algún día pondre en este sitio, las fotos de mi casita fente al mar... chica o grande, pobre o elegante ..no sé, lo único que importa es que sea frente al mar.

Recordando el pasado...




Se puede envejecer, madurar y crear tu propia familia, se puede acabar los estudios, pasar del primer amor al amor de tu pareja para toda la vida, se puede conseguir un trabajo fijo, una casa y tener niños, se puede llegar a la realización personal.

Yo sé que todo esto es posible, pero siempre tuve miedo a olvidar el pasado. No miedo a estancarme en él, ni miedo a revivirlo, sino miedo a olvidar mi infancia, mi crecimiento, el camino que utilicé para ser quien soy.

Tengo la suerte de recordar mi inocencia, recuerdo perfectamente la envidia sana que sentía mi mejor amiga de una época escolar, que me decía que cómo era posible sonreir en todo momento. Recuerdo con simpatía los primeros sentimientos de ridículo, por no entender una situación o no tener a experiencia para salir airosa de una situación comprometida. También permanece en mi mente esas pequeñas encrucijadas sobre si intentar gustarle a ese chico o a aquel , sobre si debo dejarme el pelo corto o largo, si este perfume huele mejor o queda mejor en esta salida o en aquella...

Son recuerdos de mi inocencia, pues de mi infancia tengo muchos más, y digo recuerdos porque por desgracia y sin remedio, la inocencia se pierde.

Ya no creo en las buenas intenciones de todo el mundo, los buenos son menos que los malos y no conducen grandes coches. No creo en ayudar a esa chica que está llorando y sentada sola, porque seguramente ella también ha perdido la inocencia, y no aceptará la ayuda de un desconocido. Ya no creo en ese Dios que me hicieroon creer, y esta afirmación no es lo suficientemente cierta, porque realmente sí creo en Él, pero mi Dios está mejor construido que del que me hablan los libros sagrados, es más real, más actual, y muchísimo menos cruel y dictador, no es implacable, para mí es como un padre que me ama, digan lo que digan los fanáticos cucufatos que creen al pie de la letra todo lo que los demás le dicen.

Y sobre todo recuerdo mi pasado, no es que viva en el pasado, pero pienso que quien no tiene memoria es como un pueblo que pierde identidad sin su historía.

Yo sí recuerdo mi historía ...recuerdo todos los momentos de mi inocencia, los momentos en que descubrí que la vida no era "rosa", ni todos los finales felices como en los cuentos, también. Recuerdo cuando descubrí que la gente engaña, miente y finge, pero tambien recuerdo que estaba llena de ilusiones, que sentía que todo era paz en mi vida, tanto que a veces me aburria y pensaba no pasan cosas interesantes en mi vida " yo no podría escribir un libro", pero la vida dá tantas vueltas y el destino gira a 180 grados, que ahora podría escribir muchos libros y me sobrarían temas por tratar, sobre mi vida.

Pero esa es mi historia, es mi pasado y es sólo mia ..es lo que me hace ser quien soy el día de hoy , no amase fortunas, ni adquirí cosas materiales que lleven a decir que soy exitosa , pero soy rica en recuerdos y en historia y mi éxito consiste en que no cambiaría ni un ápice de lo que viví , que cada sueño que tuve los hice realidad, que no deje que nadie me los robara, que no me arrepentí de nada de lo que hice, tanto así que todo con penas y alegrias, con éxitos y fracasos ...los volvería a vivir.

Sólo me queda decir que esta es la historía de una mujer común, pero que yo considero que es una historia interesente y digna de volver a vivirse. Creo que me contradigo no?, pero siempre fuí así ..nunca nadé por la corriente de rio... nadé en contra de la corriente siempre.

Me gusta ganar, vencer, lograr, superar, llorar, reir, amar, dejar de amar, olvidar y perder con dignidad.



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Vive el Hoy



Nostalgia, es cuando el momento trata de huir del recuerdo, para suceder de nuevo y no lo consigue.

Recuerdo, es cuando, sin autorización, tu pensamiento vuelve a mostrar un capítulo.

Angustia, es un nudo muy bien apretado, en el medio de la tranquilidad.

Preocupación, es como un pegamento, que no deja salir de tu pensamiento, lo que todavía no sucedió.

Indecisión, es cuando tú sabes muy bien lo que quieres, pero te parece que deberías optar por otra cosa.

Seguridad, es cuando la idea
se cansa de buscar y para.

Intuición, es cuando tu corazón da
un salto en el futuro y vuelve inmediatamente.

Presentimiento, es cuando pasa por tu mente, el “trailer” de una película, que puede ser que ni suceda.

Vergüenza, es un paño negro que tú quieres, para cubrirte en aquella hora.

Ansiedad, es cuando los minutos parecen interminables, para conseguir lo que se quiere.

Interés, es un signo de exclamación o de interrogación, en el final del sentimiento.

Sentimiento, es la lengua que el corazón usa, cuando necesita mandar algún mensaje.

Rabia, es cuando el león que vive en ti, muestra los dientes.

Tristeza, es una mano gigante que aprieta el corazón.

Felicidad, es un momento que no tiene prisa ninguna.

Amistad, es compartir la vida con quienes quieres bien, por más diferentes que ellos sean.

Culpa, es cuando tú estás convencido que podías haber hecho algo diferente, pero ni siquiera lo intentaste.

Lucidez, es un acceso de locura al contrario.

Razón, es cuando el cuidado, aprovecha que la emoción está durmiendo y toma el comando.

Voluntad, es un deseo que nos incentiva a hacer nuevos descubrimientos.

Pasión, es cuando, a pesar de la palabra “peligro”, el deseo llega y se hace cargo.

AMOR, es cuando el resto de tu vida, no te es suficiente para compartirla con esa persona especial.

NO INVIERTAS EN LAMENTOS NI EN PREOCUPACIONES. TOTAL DENTRO DE 100 AÑOS A NADIE LE IMPORTARÁ QUE FUE LO QUE HICISTE DE TU VIDA, SOLO A TI TE DEBE IMPORTAR.
DIOS SIEMPRES TE ESTA OBSERVANDO DALE UN BUEN ESPECTACULO

La vida es bella



Cuando tengas que arrancarte alguna espina que el contacto con la tierra te haya impuesto en la piel del alma, refléjate en los colores incesantes de las flores de alegría que mi amistad te ha ofrecido...

Cuando tengas que arrastrar alguna piedra del camino a recorrer, detente a contar los kilómetros seguros en que hemos transitado juntos.


Cuando tengas que preguntar por qué Dios ha creado las sombras de la noche, piensa en los millones de estrellas que las sombras te descubren y que son sólo para ti.


Cuando tengas que atravesar alguna dificultad del mundo, suma las bendiciones que ya posees y sentirás el corazón bautizado en el océano de la bondad de Dios.


No pierdas tu fe entre las sombras del mundo. Aunque tus pies estén sangrando, ¡camina siempre para el frente!

Cree y trabaja, porque a tu lado siempre va un ángel. Todo pasa y todo se renueva en la Tierra. Eleva hoy entonces tu mirada y camina.


¡Lucha y sigue adelante! ¡Aprende a adelantarte!
Algunos días, es posible que la tempestad te amargue, o el corazón te atormente, o un ideal te aguijonee con la aflicción, pero no te olvides que: ¡Dios se disfraza muchas veces de problema, para probarte, para enseñarte, y para cuidarte!


Ten fe y avanza siempre, sigue adelante y ten siempre tu alma de pie. Vive plenamente el presente y disfruta de todo el camino, pues la meta no está al final del mismo, sino en cada paso que des.


Tu felicidad depende de ti mismo; ¡fluye desde adentro y puedes ser feliz en cualquier parte y a cualquier edad! Absorbe cada momento de tu vida, con la pasión con que se vive algo que se tiene sólo por una vez.


Envejecer es natural, la vida es maravillosa en todas sus etapas. Y nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.


Rompe con lo convencional y toma las riendas de tu vida. Habrá quienes no te entiendan, no necesitas que todo el mundo te apoye. Es más, precisas gente que te critique y te de la espalda; de esa manera podrás moldear tu flexibilidad, tu humor y tu fortaleza.


Recuerda que... ¡Tú eres fuerte! Recuerda que tu felicidad nace de adentro, que no puedes, no debes depender de las circunstancias, porque éstas son cambiantes.


Comprende tu naturaleza, acéptala y... ¡Pon de pie a tu alma! Acepta el desafío de vivir plenamente en tiempos turbulentos. Y si no hay una puerta de salida en la situación en que te encuentres, entonces... ¡Rompe la pared y sigue adelante!


Tú eres la persona que más amas, y en ese contexto de amor y respeto toma la firme decisión de:

¡Jamás darte por vencido! Sonríe... ¡La vida es bella!